martes, 20 de mayo de 2008

Los Seises vuelven a brillar de nuevo en la Catedral de Guadix

JOSÉ A. LACÁRCEL/GUADIX
IDEAL de Granada. 24 de Diciembre de 2006
Intervienen ante el público accitano casi 50 años después de su fundación para mantener un pasado tradicional que va desapareciendo
En efecto, los seises han vuelto a protagonizar una jornada mariana en el marco de la bellísima Catedral de Guadix. Casi cincuenta años después de su fundación, los accitanos nos dan a todos un ejemplo digno de imitar, manteniendo y fomentando una hermosa tradición que está emparentada con siglos pasados y que, por desgracia, vemos cómo viene languideciendo en muchos otros lugares. Tradición que la desidia, la incomprensión y la ignorancia, puede arruinar. Y luego vendrán las lamentaciones, como ocurre siempre, cuando ya prácticamente las cosas no tienen remedio. En Guadix estos es diferente, gracias a Dios. El pueblo accitano quiere y respeta sus tradiciones, las arropa y las hace perdurar. Aquella semilla que dejara plantada el inolvidable don Carlos Ros, sigue dando sus frutos. Allí se cuenta con el apoyo del Cabildo Catedralicio que tiene un comportamiento ejemplar, con el aliento del señor Obispo de la Diócesis accitana, con el entusiasmo y la ejemplar entrega de un joven entusiasta y dinámico, como es don Antonio Gabarrón Torrecillas, y con el calor de un pueblo que quiere y valora sus tradiciones y lucha contra cualquier intento de anularlas, dando la espalda a una mal entendida modernidad y respetando todo lo que supone una seña de identidad de su religiosidad, de su tradición y de su cultura.
Revivir tradiciones
Han vuelto a bailar los seises ante el altar mayor de la Catedral, en la fecha de la Inmaculada Concepción. Este modesto comentarista ha tenido la suerte inmerecida de poder comprobar la belleza, la religiosidad, la importancia de este revivir de nuestras tradiciones. Gracias a la hospitalidad y a la generosidad de los accitanos ha sido testigo privilegiado de unos momentos únicos. En Guadix, ejemplarmente, se ha celebrado esta fiesta mariana revistiéndola de toda la solemnidad. Desde la procesión en la que figuraban los seises, desde el Palacio Episcopal, y bajo la presidencia del Obispo con el Cabildo catedralicio, a la ceremonia religiosa, donde la música ha sido también colaboradora fiel para la obtención de la mayor brillantez litúrgica. El órgano de la Catedral, las hermosas voces del Coro Accyda, dirigido por el profesor Blázquez, hasta el momento emotivo e irrepetible en el que diez niños, ataviados con los trajes blanco y azul, con el sombrero de pluma, con la blanca zapatilla de hebilla y con las castañuelas en las manos, han danzado ante la imagen de la Purísima, en el altar mayor de la Catedral.
Arte y religiosidad
Son momentos de una emotividad difícil de describir. Se dan la mano de una manera singular la más profunda religiosidad y la mayor belleza artística. Una vez más Guadix ha vivido gozosa una tradición que debe permanecer años y años. Y para completar este esfuerzo, la aparición cuidadísima de una revista 'Los Seises y la Inmaculada' donde se leen trabajos firmados por el Sr. Obispo, por don Juan Diego Vallecillos, por la Abadesa de las Concepcionistas, junto a un documentado y brillante artículo de la Doctora Pilar Bertos y otros trabajos de Valeriano Plaza, Carmen Muro, Rafael Pascual Hernández y el incansable Antonio Gabarrón. En una mañana intensamente fría, pero cálida en emociones, los Seises de Guadix han vuelto a ofrecer su danza, su música, su bellísima contribución al esplendor de una fiesta religiosa que está enraizada con nuestra mejor tradición.
Noticia extraida del Diario IDEAL de Granada. 24 de Diciembre de 2006